domingo, 12 de diciembre de 2010

EL POEMA DEL LIBRO "ESCAPULARIO"



ESCAPULARIO
I

Mil ochocientos cincuenta y pico...
Francisco arrodillado, gárgola sobre el campanario
En la iglesia pura de la Asunción terracota
El hijo escucha el llanto del pueblo
Los cascos del carruaje fúnebre de su padre

Un velorio con tortas humeantes
La cocina murmura sobre sucesores del trono
Será el bastardo, el preferido, o el precioso
Un niño que el orina quemando su muslo

Esa noche, la mancha de humedad semeja el mapa
Francisco sueña con las guerras de Napoleón
Un confesionario sirve para saber masturbarse
El padre cura es su otro padre, vivo.

Hijo negado que hereda su escapulario
Color león, terciopelo de piel porcina
Envoltura de una nada que esconde dorado
Colgado el nombre secreto: destino de padre, maldición de hijo

Ya en conquistas espada en mano
Violando a una niña del Guarán
Sin saber que era yaguareté feroz
Arañando su pecho, robando su secreto.

Agujero perdido, sin su cruz
Arrastrado en una correntada de pasiones
Huérfano, innombrable, despojado de origen
Vagará Francisco como el Generalito ruin








II

La mujer atigrada rasga sus ojos
cuelga entre los pezones el cuero
portando el escapulario del bastardo
una mula trasportando el sacramento

La mujer india enloqueció al ser vejada
Cantaba mientras lavaba en la orilla
Cuando el generalito hundió los dedos
Perforando himen de semen bravo

Angel guarán balbucea canciones de cuna
La mujer tigre enloquecida araña
Va parir un hijo trasmisor de la carta
Del nombre, del linaje y lo humano.

Una cáscara de naranjas adorna su pelo
Pinta sus labios con semillas negras
Dice sobre la muerte riendo
Y se desangra al nacer el vástago

El niño azul crece y muere solitario
Dejando como herencia su agalma
La carta, el nombre y el olor
piel porcina mojada de lagrimas.

Del Angel muerta nace un daimon que morirá
La letra sigue encerrada en su nada
Hasta que el testamento deja a otro general
Cien años esperando y el odio estalla.




III

Mil novecientos setenta y pico...
Buenos Aires densidad cero
Cuando Juan, bandera roja, vaga en la villa
Colgada su pistola a la izquierda
Pastilla de cianuro en el collar

Cien años de olor a piel de cerdo cuando se traspira
El escapulario color león papiro
Con el secreto nombre sin abrir
Con el agujero de sentidos esperando

La guerra, de Asunción bajo por el río
Amazona de muslo tenso y caliente
Esperando que ese generalito hunda los dedos
Para poder robar su alma

Armada lucha, revolución: para no morir por Perón
La hora de la verdad al cuello
No morir antes de saber su nombre
Bajo la lengua la pastilla antes que el torturador

Memoria del campanario, el ángel indio, el niño azul
Trueque de cadáveres flotando
Y sobre todo sobrevuela el fantasma
Prometiendo el nombre secreto que espera

Juan cadáver al rio tirado flota
Hinchados los pies y manos quemadas
La piel gruesa, papiro con olor a cerdo
Y una letra bordada en oro con el nombre de una mujer.



***

Enrique Acuña.
Septiembre 2010.-
(LEIDO EN LA NOCHE de AERA , los miercoles DE LA S.A.D.E )

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