jueves, 27 de marzo de 2008

VIRGINIA WOOLF Y LA ELECCION


Virginia Woolf y la elección

Por Graciela Rocha.

La elegida no es la muerte espantable, sino la más bella y codiciada de las mujeres.
V.W.

Virginia sigue en casi toda su obra, escrita en un estilo sin afeites, un tono de irrisión. La voz de la razón se alterna con la de la locura que dice la verdad, en este caso, la de las muchachas engañadas.
En 1882 nace en Londres, Virginia Shephen, en una familia de abogados y escritores, por el lado del padre y de aristócratas por el lado materno. En 1912, después de una juventud sellada por duelos sucesivos, la locura y el drama del incesto con Gerald y Gearge su medio hermano, decide casarse con Leonard Woolf, amigo preferido de Thoby, el hermano preferido de Virginia. Leonard Woolf no fue el único amor de Virginia.
Sus amores tienen un único modelo, Julian Thoby, que muere a los 25 años.

Clive marido de su hermana Vanessa, antiguo amigo de Julian, es uno de sus primeros objetos de amor masculino; Leonard, su marido también era amigo de Julian y Vitan, que Clive le presento a Virginia, mujeres que se disfrazan de Julian, se incluye a través de este sesgo en la serie metonímica fraterna.

Su encuentro homosexual no constituye la única clave del lugar que ocupa Vita en la vida de Virginia. Vita es el héroe de su novela Orlando. Este personaje, a la manera de Tiresias, es un hombre que se vuelve mujer y a partir de este Virage, cambia alternativamente de sexo. Vaivén que expresa la falta significante que le hubiera permitido a Virginia diferenciar el hombre de la mujer.
La muerte recorre la vida de Virginia. Por sus numerosos intentos de suicidio, pero también por la muerte sucesiva de sus seres queridos. Julia, su madre, Stella, su hermana, Leslie Stephen, su padre.

V. Wolf como Freud esta acosada por la cuestión de los orígenes. La “novela” de Freud, Moisés y la religión monoteísta, le hacen compañía, Freud persigue aquí parcelas de verdad. Los temas que aborda a Moisés el Egipcio con el territorio del inconsciente. Hace de el un héroe mítico que elige a su pueblo y le da una religión. Moisés tubo que enfrentar varias revueltas y Freud hace una rebelión, había culminado en el asesinato de Moisés por el pueblo que éste había elegido.
Este asesinato del padre asimilado por Freud al asesinato primordial del padre de la horda primitiva que es la hipótesis de Totem y Tabú, sobrevive al paso de las generaciones en la culpa.
Esta “novela histórica” remite al pasado que actúa en las sobras. Freud exhuma las huellas que permanecen en un destino, a espaldas del sujeto. La memoria según él, esta hecha de pedazos de fragmentos surgidos de épocas sucesivas, ¿es lo anterior lo que encontramos en la Woolf ?

Desde su lugar, Virginia enuncia una verdad diferente de la de Freud. Mientras señala con él la desintegración de la sociedad contemporánea, rechaza la idea de que este reconstruida bajo la égida de los padres. Mientras que Giles (uno de los personajes de “Entre actos” pag. 98), mata a la serpiente y al sapo, su mujer Isa entona el estribillo musical del espectáculo “Estamos desesperados (…) todo ha terminado. La ola se ha extinguido”.

Volvemos a encontrar en V. Woolf aprender el pasado para vivir el presente en función d un futuro que ella anhela diferente. Poder poner en palabras en horror la libera.
Este trabajo de la verdad no consigue revelar lo indecible, no se puede decir todo. Siempre falta una palabra aprisionada como está en la represión, hasta tal punto se le opone lo innombrable, este pasado que repetitivamente Virginia perseguir, evoca lo real de un encuentro fallido, el mismo que en la historia del psicoanálisis se revelo bajo la figura del trauma.

Hay en el trauma una parte inasimilable, algo que en la realidad permanece en sufrimiento.
Virginia no describe la tristeza, la induce en el lector, “En momentos de la vida” hace sentir el peso que significa la invisible presencia de la madre. Cuando su padre murió, pudo continuar discutiendo imaginariamente con él. El duelo de la madre la redujo al silencio. Imposible encontrar fuerzas para hablar con la imaginación; solo la voz de la madre tenia ciudadanía.
En 1925 Virginia publica La señora Dalloway momento en el que Freud esta encarando el complejo de Edipo en la niña ¿qué es lo que la lleva a ésta a renunciar a la madre y tomar al padre como objeto de amor ?
En La Señora Dalloway; describe con cierta ferocidad la jornada de una perfecta ama de casa, que con la guerra como fondo, se mueve en un mundo de vanidades y apariencias, momento en el cual toma a padre como objeto de amor, encarnado en la figura de Leonard Woolf.
A quedado sin respuesta ¿ que quiere la mujer ? A lo que Lacan responde, ella desea el falo, se sitúa como objeto faltante del deseo en el plano de la división sexual.
El fantasma si bien sostiene el deseo no tiene que mantenerlo, el fantasma funciona como una pantalla que sustrae al sujeto de lo real. En el centro del deseo esta para Lacan, la difícil prueba de lo que el llama la castración simbólica.

Para V. Woolf, escribir es remontar el tiempo, reparar las heridas, borrar el sufrimiento y acceder a una plenitud. Desde s lugar de mujer, ella intenta en la escritura soluciones opuestas, no sin algún goce partido por los poetas.
¿Me pregunto? entre psicosis, melancolía e histeria donde estaría la Woolf cuando en cada libro se resuelve en una recaída y luego en una inspiración literaria.
El loco sabe sin saber, dice Lacan y he aquí una definición del inconsciente.
Esta palabra es para ser oída y cuando se menciona la enfermedad mental se la anula.
La relación de Woolf con su obra no tiene nada de delirante. Su escritura surge del inconsciente, con la dimensión del deseo de comunicar y con la de un imposible de decir y había podido crear con la magia de las palabras, un deseo faltante, pero prefirió abandonarlo todo y dejarse llevar por el agua.

Para Woolf; su territorio: el lenguaje y dos fechas, 1882 su nacimiento, 1941 el suicidio.
Virginia ya no escribirá mas, ha muerto. Dejo, sin embargo, un signo “Su caña plantada en el barro” junto al agua, la ultima imagen dejada como póstuma: la letra muerta.

Bibliografía:

Paul Laurent Assoun: Freud y la mujer. Ed. Nueva Vision.
S. Freud: Autobiografía 1924, Ed. Amorrortu
S. Freud: Moisés y la religión Monoteísta. Tomo XXIV ( 1934 – 38 ) Ed. Amorrortu.
J. Lacan :Seminario XI; Los cuatro conceptos fundamentales. Ed Paidos 1995 (pag.62 – 63)
J. Lacan: “La significación del falo”. Escritos II, Bs. As. Siglo XXI 1987 ( pag. 665 – 675)
J. Lacan: La ética del psicoanálisis, Seminario VII . Ed. Paidós, 1986
V. Wolf: El vicio Absurdo de Viviane Forrester. Ed. Ultramar.
V. Woolf : Orlando Ed. Sudamericana, 1945
V. Woolf : Señora Dalloway. Ed. Circulo de lectores, 1996
V, Woolf : Las Olas. Ed. Tusquets, 1995

OBRAS de Virginia Woolf:

Fin de viaje (The Voyage Out), 1915 Noche y día (Night and Day), 1919 El cuarto de Jacob (Jacob's Room), 1922 The Common Reader (Primera parte), 1925 La señora Dalloway (Mrs. Dalloway), 1925 Al faro (To the Lighthouse), 1927 Orlando (Orlando: A Biography), 1928 Una habitación propia (A Room of One's Own), 1929 Las olas (The Waves), 1931 The Common Reader (segunda parte), 1932 Flush (Flush: A Biography), 1933 Los años (The Years), 1937 Tres guineas (Three Guineas), 1938 Roger Fry (Roger Fry: A Biography), 1940 Entre actos (Between the Acts), 1941 Póstuma .-

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